Los reportes de las influyentes calificadoras financieras internacionales arrojan cifras escalofriantes: en los próximos años, los Ayuntamientos tamaulipecos estarán al borde de la ruina.
Las advertencias sobre su fragilidad fiscal amenazan al mismo tiempo al sistema político que ha imperado en los 43 municipios, al dejarlo sin capacidad de maniobra para operar su principal componente: la distribución de puestos de trabajo como el pago a la fidelidad partidista, el compadrazgo personal y al esfuerzo electoral.
Si las condiciones políticas y de seguridad en sus regiones les habían arrebatado ya el poder que antes tenían para decidir, figurar, enriquecerse etc., ahora sólo queda repartir un presupuesto que ya no tiene margen de maniobra.
Fitch Ratings, Satandard and Poor´s y Moodys coinciden en advertir que el gasto operacional de los 5 Ayuntamientos más grandes en el Estado creció a tasas anuales del 16% anual mientras los ingresos crecían menos del 4%.